CENTRO DE ARMADORES FLUVIALES Y MARÍTIMOS (CAFyM)

 agosto 18, 2015Una  reunión como la presente, es propicia para mostrar a la comunidad comunicacional y a los agentes económicos del país, las potencialidades del modo de transporte fluvial, considerando que, hoy, el Paraguay detenta la ubicación como tercera flota fluvial, a nivel mundial, por el número de unidades flotantes de su bandera, los volúmenes de carga que transporta y la importancia de la logística aplicada, en un país que, por su posición geográfica, ofrece grandes desafíos, pero, a su vez, grandes oportunidades para la prestación de servicios y complementación con otros modos de transporte, que faciliten el traslado de la producción de la región central del continente suramericano hacia los mercados internacionales, cada vez más interesados en la obtención de rubros alimenticios producidos en abundancia en los países de la región, así como, en el mineral de hierro y el manganeso de las formidables reservas brasileñas y bolivianas.

Historia del Gremio

El devenir histórico del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), que aglutina en su seno a los Propietarios y Armadores de embarcaciones registradas en la Matrícula Nacional, arranca con la obtención de la Personería Jurídica por Decreto Nº 3.166, del 25 de Setiembre de 1.940, teniendo su domicilio legal en la Ciudad de Asunción.

El CAFyM, cuenta con cuarenta y dos Empresas asociadas que cubren todo el espectro del transporte fluvial nacional e internacional de productos naturales y elaborados del Comercio Exterior paraguayo y parte del de dos países limítrofes, por las vías navegables de la región, abarcando cargas líquidas y secas a granel y mercadería general en contenedores de 20 y 40 pies.

En cuanto a sus actividades actuales, por Acuerdos de Cooperación firmados con la Armada Nacional, lleva la coordinación de Cursos de Formación y Capacitación del Personal Embarcado de la Marina Mercante Nacional y contribuye, en la formación del mismo, con la incorporación de un Simulador de Navegación y Maniobras; el primero de su tipo en nuestro País.

Desarrollo de la navegación fluvial

El Paraguay ha tenido un despegue económico envidiable a partir de la culminación de la construcción de la Represa de Itaipú, debido fundamentalmente a factores vinculados a dicha obra, como fueron la movilización económica que generó la misma, la visibilidad lograda por nuestro país a través de esa colosal obra, las condiciones climáticas muy benévolas, la fertilidad de la tierra, etc., hechos que atrajeron una importante inmigración de empresarios agropecuarios quienes generaron un cambio en la forma en que la tierra era explotada, pasando de la agricultura y ganadería tradicionales y artesanales a un sistema de producción empresarial con aplicación de tecnologías modernas y que apuntaba a lograr rindes muy competitivos a nivel internacional en calidad de carne y en volúmenes de producción agrícola.

En el universo donde la producción y el mercado constituyen un principio y un fin, intervienen factores como la logística y sus componentes: almacenamiento y distribución, transporte y otros, a través de corredores de transporte de grandes volúmenes que, en el caso de nuestro País, están  conformados por los ríos Paraguay, Paraná y el Río de la Plata.  El desarrollo económico y los sistemas de transporte se han conjugado para utilizar los ríos como alternativa para el traslado de productos primarios de la región hacia los puertos de trasbordo y los mercados de ultramar, así como de los productos de importación, necesarios para el desenvolvimiento de la economía nacional.

El despegue económico nacional, por ser absolutamente dependiente del acceso de los productos nacionales a los mercados mundiales, no hubiera sido posible sin la existencia de una (incipiente) flota mercante nacional y las condiciones empresariales necesarias para su rápido crecimiento y la visión de los empresarios del sector que vieron en ese auge de la producción una oportunidad para el fortalecimiento del sistema logístico que la producción nacional requería.

Asimismo, el gran crecimiento de la economía en todos estos años, ha generado una mayor demanda en la importación de todo tipo de productos, desde los combustibles para movilizar la economía, pasando por los bienes de capital, hasta productos de consumo y suntuarios.

En base a los niveles de desarrollo alcanzados, puede deducirse que el transporte fluvial tiene importancia fundamental para nuestro país, porque  moviliza el 80% de toda la producción que se exporta y los bienes que se  importan generando, anualmente, unos U$D 300.000.000, en términos de actividad económica, en un área basada en la prestación de servicios y en fuertes inversiones en infraestructura y equipos de tecnología moderna, siendo el modo de transporte a través del cual se forjan actividades de orden económico y social, beneficios fiscales para el país y la adquisición de tecnologías de aplicación a muchos ámbitos de la vida nacional.

Por la adquisición de nuevas tecnologías, el transporte fluvial se ha convertido en el medio de transporte más beneficioso en el marco de la estrategia nacional de desarrollo sustentable. Se pueden señalar algunas ventajas del mismo:

  • participa en la protección ambiental, al evitar significativamente la emanación de gases tóxicos producidos por el parque automotor (una barcaza transporta la carga equivalente a unos 60 camiones – 1500 toneladas de carga);
  • es el más barato de entre los modos de transporte (el costo aproximado del flete desciende de USS 0,035 por tonelada/Km. si el transporte es vial, a USS 0,025 si es ferroviario, y a USS 0,010 si es transportado por agua);
  • permite un importante ahorro de energía que redunda en beneficio de una menor importación de combustibles de lo que el país es altamente dependiente (un HP mueve 150 Kg. en camión, 500 Kg. en ferrocarril, y 4000 Kg. en una embarcación).

Las fuerzas vivas del país siguen apostando y aportando en avances tecnológicos para el transporte y la producción, con el fin de alcanzar un sistema que permita ser cada vez más competitivo, en la producción, en la logística y en la calidad de nuestros bienes y servicios.

Ello implica la coordinación de muchas acciones para un mejor aprovechamiento de los recursos y las ventajas comparativas que tenemos en relación a otros países. Pero, quedan aún, muchas acciones pendientes como la necesidad de actualización de la legislación pertinente, la desregulación de las muchas  trabas al comercio y el transporte por vía fluvial y la necesidad de realización de obras de dragado y señalización de las vías navegables para facilitar la navegación y su seguridad.

Si se alcanzaran objetivos concretos en la solución de esos antagonismos actuales, con la perspectiva que indican los flujos comerciales esperados para el año 2020,  el transporte fluvial y el comercio de bienes y servicios alcanzarían un incremento que duplicaría el nivel actual de carga transportada.

Asunción, Agosto de 2015

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