Esperan que traba fluvial argentina se trate esta semana

El pasado 7 de noviembre, la Prefectura General Naval Argentina (PNA), en forma unilateral, determinó reducir las dimensiones máximas de los convoyes que navegan en la hidrovía Paraguay-Paraná, desde la ciudad argentina de Campana hasta Nueva Palmira, Uruguay (400 kilómetros). Esto obliga a los empresarios paraguayos a reducir la cantidad de sus barcazas, hacer más de un viaje para llegar a destino y contratar a prácticos argentinos, lo que eleva los costos.

Guillermo Ehrecke, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), comentó que esta semana (entre mañana y el jueves) habrá una reunión en Buenos Aires entre el Gabinete del presidente Horacio Cartes y el de la presidenta Cristina Fernández. Dijo que probablemente se discutan estos asuntos, porque la Cancillería nacional estuvo tomando notas de las denuncias de armadores y exportadores.

Por su parte, César Ros, presidente de la Cámara de Exportadores del Paraguay (Capex), aseguró que la medida del Gobierno argentino no tiene fundamento técnico y solo busca atentar contra el comercio paraguayo.

Dijo que las autoridades del vecino país adoptaron esta medida para dar más seguridad a la navegación y evitar accidentes, pero que ese no es un argumento válido porque no hay registros de accidentes.

El dirigente advierte que con esta disposición, el tiempo de tránsito de los convoyes podrá extenderse de 12 a 30 días. Ehrecke señaló que USD 30.000 más deberán abonar las embarcaciones por contratar a los prácticos argentinos y se necesitará hacer cuatro viajes. La Prefectura Naval Argentina redujo el convoy de 300 a 236 metros de ancho, lo que se traduce en 7 barcazas menos.

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